sábado, 6 de noviembre de 2010

Pastorela 2010


Pastorela Artúrica o
Cómo Arturo aprendió a amar el Grial y dejar de preocuparse

Paco- Círculo
Fer- Sir Cense
Lu - Amazona
Alfredo - Machete

Quique - Merlín
Jaime- El viejo y el mar
Mayte- Copa y Sir Ena

Carlos- Herodes
Marisol- Cuchara y Ebayona
Andrea- Ginebra

Diego- Arturo
Pablo- Sir Viente

8 H y 4 M

PRESENTACIÓN
Merlín


Merlín aparece como Narrador para ablandar al público, sin dejar de ser Merlín, claro está.

Merlín: Curioso cómo en buena parte gracias al -en opinión de este mago- insufrible libro de el Código Da Vinci de Dan Brown el tema del Santo Grial se ha puesto de moda en los últimos años. ¿Qué sabemos del Santo Grial? ¿Tenía poderes místicos y curativos? ¿Era capaz de conectar lo profano con lo sagrado; al ser humano con el Ser? (silencio) ¿Qué mejor manera de conectarse con Dios que verlo encarnado en un tierno bebé? Bajo esta premisa se ha escrito esta Leyenda Artúrica, conocida como Pastorela Artúrica. Y empieza así: Corría el siglo quinto en Bretaña y hacía años que Arturo se había rendido ante la búsqueda del Santo Grial, empezaba a sospechar que éste era una leyenda. Esta historia comienza una noche estrellada en que Arturo salió a buscar a su esposa Ginebra, pues creía que había sido secuestrada.

ACTO I- Merlín y las Leyendas Artúricas
ESCENA 1- Arturo y el Dragón
Arturo, Sir Viente

Arturo está dentro de la cueva frente a un dragón dormido. Fuera de escena Sir Viente.

Arturo: Curioso que frente a dragones, mantícoras y molinos, los honorables caballeros de su señor Arturo son los primeros en refugiarse detrás de escudos y grandes rocas, en el umbral del peligro,  esperando el final de la tempestad, el rocío de la mañana y el masaje de la mucama.

Sir Viente: Pero vuestra quijotezca merced, ¿no fue usted quien pidió nos, a los que dícense sus caballeros de redondas mesas y ruedosas cabezas que no acercáramos hocico a peleas valerosas y dolorosas que usted ejecutaría y ajusticiaría con lo más vil y ruin de la creación de este Dios cristiano por quien usted tan valerosa, dolorosa, olorosa y pelearosamente pelea?

Arturo: Así lo dije, mi incondicional Sir Viente, pues no es lícito ni concedido que interfieras en un duelo entre caballero y dragón. Y menos cuando sospecho que es éste el dragón que me ha robado mi preciada Ginebra.

Sir Viente: Perdonad mi irreverencia, insolencia e insolvencia pero, ¿de qué Ginebra habla usted?

Arturo: La suave y dulce Ginebra, la que me embriaga...

Sir Viente: ¿La Ginebra suave, dulce, embriagante, con cuerpo, de frutos rojos y finos aromas de madera, que se sirve con vermút seco, hielos en cubitos y se agita vigorosamente en una copa de coctel rematada con una aceituna?

Arturo: ¡No seáis bruto! ¡Hablo yo de mi caballera de amplia cabellera!

Sir Viente: ¿Caballera? Querráis decir mujer.

Arturo: Exacto, Ginebra, ¡la mujer! ¡Mi mujer!

Sir Viente: Tal vez no sea prudente bramar con tal arrebato frente a tanto silicato. Podría provocar un derrumbe de estalactitas y estalagmitas y despertar al dragón.

Arturo: (Al dragón) ¡Bestia endiablada y descomunal, liberad luego al punto la alta reina que entre esas pezuñas ocultáis; si no, aparejaos a recebir presta muerte, por justo castigo de vuestras malas obras!

El dragón produce un perezoso y achacoso sonido. Arturo arremete.

Arturo: ¡Conoced el poder de Excalibur!

Arturo clava su espada, tropieza y cae.

Arturo: Insensata creatura. Vuestra arrogancia será vuestra perdición. En todos los reinos de la isla y en todas las islas del reino se conocen los míticos poderes de Excálibur. ¡Temed su poder o aprended la lección!

Arturo se lanza de nuevo con violencia al dragón, terminando dentro de su boca.

Arturo: Alimento de dragón no he de ser, ¿me escuchad?

El dragón tose, apático.

Arturo: ¿Pero qué habéis regurgitado? Esto no es mi amada Ginebra ni tampoco una botella de la bebida del mismo nombre, es como una vasija.

Sir Viente: ¿Habéis encontrado el Santo Grial?

Arturo: Noble caballero, verdad es que llevamos incontables lustros buscando tan preciada reliquia. Y es bien sabido que sólo un caballero de corazón puro podría reconocerla pero aún no estoy muy seguro de su valor.

Sale Arturo con el Santo Grial en sus manos, el dragón bosteza.

Arturo: ¡Regresemos a Camelot!, fue esta una terrible jornada llena de peligros. Otro día continuaremos la búsqueda de mi amada esposa. Que Merlín revise analice y de fe del tesoro del dragón.



ESCENA 2 - Los idilios de Ginebra
Arturo, Sir Viente, Sir Cense, Ginebra

Llega Arturo a Camelot seguido de Sir Viente.

Arturo: Y lanzóme por los aires con su temible cornamenta a la que logré aponzoñar con mi preciada Excálibur, que de nuevo sirvióme fiel, casta y sacramente.

Sir Viente: ¿Entonces así merito es como lograste vencerlo y obtener el Grial?

Arturo: Habéis acertado mi Sir Viente, pero es de mayor belleza cuando uno se expresa en bretón antiguo y no en la lengua burda y masticada que ustedes los jóvenes usáis.

Se acerca Sir Cense vestido de bufón.

Sir Cense:

Nocturnas noches en las que tenemos el gusto
de recibir a Arturo completo con su busto
parece traer un preciado botín
felicitémoslo y celebrémoslo junto con su escudero tontín

Sir Viente: Calla arlequín.

Arturo: ¿Tendráis alguna noticia de Ginebra?

Sir Cense:

Ginebra ha vuelto
con su copa de revuelto
con el vestido envuelto
y el semblante requetecontento.

Arturo: ¿Con sus propios pies?

Sir Cense:

Que si sus pies son los mismos
no podría admitirlo
no la conozco tan a detalle
pero con ellos caminaba por la calle

Arturo: Caballeros, ¡no morí en las fauces del dragón pero ahora muero de júbilo al saber que mi esposa ha vuelto! Pueden retirarse,  llevaré a Ginebra esta vasija como regalo por su regreso.

Se retiran Sir Cense y Sir Viente.

Arturo sube a su habitación donde está Ginebra dormida. Arturo deja el Grial en una mesa y se acerca a Ginebra, le acomoda el pelo y la besa en la mejilla.

Ginebra: Lancelot.

Ginebra sonríe y Arturo estupefacto se va al otro extremo de la habitación donde se derrumba sobre una pared.

Arturo: Así que eso era... Y yo que creí que... Yo luchando contra Balrog y Grendel mientras tú besabas y acariciabas a ese... ¡Lancelot!

Ginebra se despierta y asusta.

Ginebra: ¡Arturo! Hola mi amor, qué bueno que ya regresaste. Me dijeron que me estabas buscando.

Arturo: No me digas "mi amor", es desagradable.

Silencio incómodo

Arturo: ¿Por qué él?

Ginebra: Desde el principio fue el mejor de tus caballeros. Y él, mientras se adiestraba en las artes de la caballería me miraba, crecía su obsesión por mí.

Arturo: Se embriagó de Ginebra.

Ginebra: Y yo aprendí a admirarlo como tú. Cuando supe lo de Morgana fue el único que me escuchó.

Arturo: Lo de Morgana fue hace décadas. A ti todavía ni te conocía.

Ginebra: Lo sé. Deben ser los relatos... Es como si mi marido, Arturo, se hubiera ido convirtiendo poco a poco, cada vez más, en una Leyenda distante y ya no mi marido de carne y hueso, débil y humano. Mientras fuiste acercándote a la perfección yo me convertí en un accesorio.

Arturo: Pero yo te amaba.

Ginebra: Sí, platonicamente.

Arturo: No, socráticamente.

Ginebra: Como sea...

Arturo: Y a Lancelot... ¿Lo amas?

Ginebra: Sí Arturo, lo quiero más que a nada en el mundo.

Arturo: Pero sabes que la ley bretona te condenaría a la hoguera.

Ginebra: Lo sé Arturo, lo sé, lo siento.

Ginebra abraza el Santo Grial y llora.

Arturo: Te traje esa vasija.

Ginebra: En verdad no entiendo qué me pasa. No quiero vivir así y no quiero morir en la hoguera. Dios, ¡Quisiera otra vida, estar en otra parte!

En una estela de luces, vapor, humo y nanobots bailarines desaparece Ginebra

Arturo: ¡Ginebra!

ESCENA 3 - La sabiduría de Merlín
Vasija, Cuchara, Copa, Lancelot, Círculo, Machete, Merlín.

Las cocineras del castillo de Camelot cuchichean en la despensa mientras cocinan o limpian o algo.

Copa: ¿Que desapareció?

Cuchara: Sí, en una estela de luces, vapor, humo y nanobots bailarines.

Copa: Ay ay ay, esa Ginebra. No importa si la compran de la mejor calidad o de la peor cosecha, siempre por una u otra razón terminan robándosela y bebiéndosela.

Cuchara: No hablaba de la bebida sino de la reina.

Copa: Por eso.

Silencio extraño, como aquel silencio que se escucha en las fosas nasales de un dragón enfermo. Silencio rumor.

Cuchara: ¡Este arroz ya se coció!

Copa: ¿Ya? ¡Qué rápido!

Cuchara: No este arroz, ¡ese arroz! (Señalando arriba) Lancelot y Ginebra. Desaparecieron juntos, estoy segura.

Se oyen gritos de Lancelot. Entra en escena apresado por dos guardias.

Lancelot: ¡Esto es una injusticia!

Círculo: Llevémoslo a la bodega.

Machete: Largo brujas, ¡no estorben!

Salen corriendo las cocineras.

Cuchara: ¡Pero la sopa!

Círculo: Trae la silla. Yo detengo a este infiel.

Sale Machete y regresa con una silla.

Lancelot: ¡No, no, la silla no!

Círculo saca una vaina de cuero.

Círculo: Habla o sufrirás con el arma secreta.

Lancelot: ¡No, no, el arma secreta no!

Machete: Jajajaja

Círculo: Jujujuju

Machete: Muajajaja

Círculo: Bujujuju

Círculo saca una pluma de ganzo de la vaina y empieza a hacerle cosquillas a Lancelot, Lancelot empieza a convulcionarse de risa.

Lancelot: Jajajaja, no, esperen, paren, paren ya, yo no me la llevé. Jajajaja.

Círculo: ¿Estará diciendo la verdad?

Machete: Seguramente... Lo sometimos ya a toda clase de torturas.

Círculo: Encerrémoslo de nuevo.

Salen Círculo, Machete y Lancelot, entra Merlín preocupado.

Merlín: Arturo asegura que Ginebra lloraba sobre el Santo Grial cuando desapareció... ¿Estará aquí dentro?

Merlín se asoma por todos los rincones del Grial, lo toca como si tocara la puerta.

Merlín: Toc, toc... No hay respuesta.

Merlín pone el Santo Grial en el centro del cuarto. Sabe que meditar es la única solución ahora y está presto a decirlo.

Merlín: Meditar es la única solución ahora: (Respira hondo y sigue) Curioso cómo solamente cuando nos hacemos conscientes de nuestra respiración podemos escuchar nuestra escencia. ¿Estoy respirando?...  Déjame checar. Sí, respiro. Ahora puedo dominar todo lo que soy.

Merlín se sienta, meditabundo. De pronto brinca y empieza a cantar.

El hada se sacude el polvo de sus pies
y los gnomos se sorprenden de tu interés
así canturrean al ritmo de un ciempiés
y escupen fuerte al aire, uno dos y tres

Bretaña es la montaña de una isla de champaña
donde la magia y nostalgia se unen en hazañas
y en donde los bardos y los brujos bailan sin tapujos

¡Así es Bretaña!

Merlín recobra, en lo posible, la cordura.

Merlín: Nada me pertenece. Nada es real. Ginebra está aquí y a la vez no lo está. Si me transmuto seré yo mismo, pleno, dejando de ser Merlín. Encontraré a Ginebra porque Ginebra ya no está.

Escena 4 - Los caballeros de la mesa redonda.
Sir Viente, Merlín, Arturo, Sir Cense, Sir Ena, Círculo, Lancelot


Entra Sir Viente solo y lee de forma ceremoniosa e inexpresiva.


Sir Viente: Buenas tardes. Siendo las _ _ : _ _ de la tarde y siguiendo el protocolo de Camelotitlán de las Guayabas, damos por iniciada la tercera sesión extraordinaria de este año 475 de nuestro señor Jesucristo, siendo los dos temas a tratar: El Santo Grial, oh, es real, oh dios, apareció, guau guau guau. El segundo punto a tratar son las intimidades del Rey. O más bien, la falta de ellas desde que su esposa desapareció. Damos la bienvenida a nuestro honorable quórum. Nos acompaña el mago más grande de todos los tiempos, capaz de dominar la naturaleza humana y la naturaleza natural: el Mago Merlín.

Entra Merlín.

Merlín: No es necesaria tanta reverencia pero se agradece.

Sir Viente: Lo acompaña su protegido e hijo adoptivo: el rey.

Arturo: ¡Arturo de Camelot! Aún con honor. Aunque sea un poquito.

Sir Viente: También presente está Sir Cense, experto en las artes dramáticas, cómicas, terroríficas y circenses. Sir Cense.

Entra Sir Cense y parece que está a punto de decir un chiste cuando dice...

Sir Cense: No es chistoso.

Sir Viente: De igual manera y para hacer aún más extraordinaria esta sesión extraordinaria, nos acompaña: Sir Ena.

Entra Sir Ena mandando besos.

Sir Ena: ¡Gracias! Besos y peces para todos, los quiero :)

Sir Viente: Por último y no sin importancia, el más obeso de nuestros caballero: Círculo.

Entra Círculo.

Círculo: Círculo, caballero de la masa redonda, presente.

Sir Viente: La palabra es del rey.

Arturo: Que entre el traidor.

Entra Lancelot cabizbajo.

Lancelot: Mi señor, yo...

Arturo: Sí... ¡tú!, ¿por qué tú entre mis 150 caballeros? Eras el mejor, en el que más confiaba...

Merlín: Arturo, talvez debamos dejar esto para el juicio que celebraremos una vez que hayamos recuperado a tu esposa.

Arturo: Tienes razón. Ahora nuestra prioridad es la vida de Ginebra.

Sir Ena: ¿Y dónde está la reina?

Merlín: La pregunta tal vez no sea dónde, tampoco cuándo sino por qué. Lo que ven aquí es nada más, nada menos, nada por, nada entre y nada igual que el mismisisísimo único Santo Grial que habíamos estado buscando incluso desde antes de nacer. Debido al tiempo, los silicatos de la cueva y los salivatos del dragón recubrieron la superficie de la reliquia, formando una capa bien adherida conocida por su nombre científico como mengambrea cáustica. Gracias a eso la hermosa Ginebra no pudo leer la advertencia que José de Arimatea escribió y que dice: Úsese bajo su propio riesgo.

Círculo: Úsese bajo su propio riesgo... ¿Y eso qué significa?

Merlín: Es críptico, ¿no? ¿Úsese o no? ¿Es riesgoso o no?

Arturo: Es confuso, si mi espada tuviera una inscripción así yo también dudaría en usarla. (Levanta la espada) Venturosos somos, pues las dos inscripciones que le leo son: "Excálibur" (se le queda viendo) y que la leo y me digo "vale, ésta es mi espada". Y la otra charada que dice, que está más embrollada aún es "Tómame" y ya, que la tomo. ¿Pa qué tanto instructivo?

Merlín: Muy bien Arturo, ni un borracho lo hubiera dicho mejor. El punto es que Ginebra pronunció un involuntario conjuro voluntarioso pero impaciente y la máquina divina hizo su parte.

Sir Cense: (se avienta al suelo con los brazos en V) ¡Charaaaan!

Merlín: Y ahora está en un mejor lugar.

Arturo: No nos consta.

Círculo: ¿Entonces ascendió como nuestro señor Jesucristo?

Merlín: No, porque había techo, habría colisionado en el ascenso.

Sir Ena: ¿O entonces ascundió como la Virgen María?

Merlín: No, porque había techo, habría colisionado en ascunso.

Arturo: ¡Ya ya! ¡No sabemos a dónde fue!... (respira hondo y levanta a excálibur cual He-man queriendo imitar a Leon-O) Pero allá iremos.

Sir Viente: ¿Quiso decir lo que dijo, su alteza alteradísima?

Arturo: Sí, todos los que estamos aquí fuimos convocados por el destino, por Dios y por mí a esta arriesgada y probablemente mortal aventura. De mis 150 caballeros ustedes son los mejores.

Lancelot: ¡¿Osea que yo también voy?!

Arturo: No. Tú ya has hecho suficiente daño. Cuidarás del reino en mi ausencia.

Círculo: Y de nuestras mujeres.

Sir Ena: Y de nuestros peces.

Sir Viente: Confiamos en tu fidelidad.

Arturo: Y castidad.

Merlín: Bien, ya que estamos todos de acuerdo en emprender el viaje, necesitan conocer los fundamentos del mismo. En este mundo en el que vivimos existen cinco elementos; si quitamos la tierra, el agua, el fuego  y por último el aire lo que queda es el éter. ¿Qué es el éter? Es una sustancia incorpórea pero líquida que teje las tramas y tejidos de la creado y lo procreado. Cuando se haya activado el grial empezará la combustión y el flogisto empezará a liberarse en forma de humo, desplazando estambre y formando por consecuencia un vórtice descomunal donde espacio-tiempo se convertirán en puerta. Esta puerta entrará en sincronía con los cuatro humores corporales de todos los que estén dentro del horizonte de sucesos. Debido a la singularidad manera en que la singularidad atrapa a la luz, Lancelot no podrá ver nada más que el humo del flogisto.

Lancelot: Al fin que ni quería ver.

Sir Viente: Mi ilustrísimo Merlín, todo lo que dice es hermoso como un poema pitagórico pero, ¿es seguro?

Merlín: La misma pregunta nos la hicimos mi hamster Sirio y yo...

Sir Ena: Ay, qué ternura, su hámster se llama Sirio, como la estrella...

Merlín: No, lo bauticé así luego de que al final de un experimento terminara bioluminiscente... Como un foco. Sirio, el hamster brillante mas no listo, me ayudaba para leer... ¿A qué iba con esto? Ah, sí, Sirio se ofreció a probar el Grial y según mis cálculos terminó en la órbita de Saturno, año 3000.

Sir Ena: (Suspira) Ay, Sirio..

Arturo: Pues bien, estamos listos.

Merlín: Pongan sus manos alrededor del Santo Grial y...

Círculo: ¿Pero y si no quepo?

Arturo: No hay tiempo para dietas, necesitamos un equipo valiente y capaz para enfrentarnos a cualquier cosa que se nos aparezca luego de cruzar el umbral. Continúa Merlín.

Merlín: Okay, ponemos nuestras manos así...

Círculo: ¿Va a ser muy tardado el viaje? ¿Me esperan a que vaya al baño?

Arturo: Ignóralo.

Merlín: Y entonces todos vamos a desear estar en comunión con El Señor y a la cuenta de tres vamos a decir juntos: "Dios, llévame a donde Tú quieras".

Arturo: Una, dos y...

Todos menos Lancelot: "Dios, llévame a donde Tú quieras".

Todos menos Lancelot desaparecen.

Lancelot: Osea que... ¿Rey Interino soy? Nada mal eh.

ACTO II - Israel Israel, qué bonito es Israel
Escena 1 - Del Mago Melchor, el Mago Merlín y la Bruja de Oriente


Merlín, Arturo, Sir Viente, Sir Cense, Sir Ena, Círculo, El viejo y el mar

Iniciamos el acto con la hermosa melodía que es homónima del título del acto. Bajo el grial están las piernas de un hombre y una mujer, presumiblemente finados. Al lado un viejo, pezcando. Aparecen nuestros viajeros en un estruendo. Merlín está confundido, haciendo cálculos.

Merlín: ¿Un mundo de arena?, ¿Qué nivel es éste?

Sir Ena: ¡Ah ah! Mi cola se quema, ¡esta arena es terrible! ¡Me está cocinando!

Círculo: Ñam ñam, pezcado a la parriiiiiilla. Oigan, ¡aplastamos a unos forasteros!

Merlín: Eso no puede ser bueno, ojalá que no hayamos cambiado el futuro de formas terribles y apocalípticas.

Arturo: Ojalá que Dios nos perdone.

Sir Cense: Oj Alá.

Círculo olfatea, agudiza su mirada y reconoce un cuerpo de agua tan grande como un abismo abismal.

Círculo: ¡Pescados y mariscos a la vista! ¡Mar a la vista!

Sir Ena, encontrándose ampliamente cocida y poco aderezada decide regresar a las aguas.

Sir Ena: ¡De ahí soy!

Sir Ena sale de escena

Merlín: ¡Pero ése mar está muerto!

Se oye un grito ahogado. Todos bajan la cabeza de manera solemne.

Arturo: Sir Ena fue uno de nuestros mejores caballeros, se le recordará siempre fresca y alegre, pero en especial fresca.

Círculo: Al menos tendremos pezcado para cenar.

Arturo: ¿En qué fallaron tus cálculos, Merlín?

Merlín: Yo esperaba un mundo de alta entropía; un mundo de agua era una posibilidad, por eso trajimos a Sir Ena, para que nos salvara a todos.

Arturo: ¿Para que nos salvara sacrificándose? Muy Cristiano.

Merlín: Otras posibilidades de alta entropía podrían haber sido mundos redondeados, osea gorditos y otros cómicos, por eso Círculo y Sir Cense.

Sir Viente: Preguntemos a ese viejo que está al lado del mar.

Arturo: El viejo y el mar...

Se acercan a El viejo y el mar, quien está pescando plácidamente

El viejo y el mar: ¿Saben por qué está muerto este mar?

Merlín: Tiene niveles de salinidad altísimos.

El viejo y el mar: Este mar es un gran recipiente de lágrimas de dolor. Dicen que todas las lágrimas que se hayan llorado en todos los mundos y en todos los tiempos están depositadas aquí.

Merlín: Pero, hoy no se ve rebosante. Yo diría que se está secando.

El viejo y el mar: Lo que sucede es que hace unos días vino Dios y, sonriendo, sumergió en él una enorme jícara.

Merlín: ¿Para qué querría tantas lágrimas?

El viejo y el mar: Se rumora que cada lágrima es una oportunidad de amor que se perdió.  Lo que es arriba es abajo y lo que es abajo es arriba.

Merlín: La destrucción está siempre implícita en la construcción, la vida se alimenta de muerte... Bajo esa lógica el dolor transformado engendra alegría.

El viejo y el mar: Ahora imagina una alegría del tamaño de todas esas lágrimas.

Merlín: Hermoso.

El viejo y el mar: Algunos creen que esa tristeza se transmutará en alegría, dando vida al Hijo de Dios... es difícil saberlo a ciencia cierta... Pero, ¿y qué los trae por aquí?

Arturo: Venimos buscando a mi esposa, Ginebra.

El viejo y el mar: No hay mucha gente por estos rumbos. El mar muerto ahuyenta a la civilización. Antes de mí había otro pescador de lágrimas aquí y decía que un día como hoy cada año venía una mujer a esperar y a llorar sobre el Mar.

Arturo: ¿Hace cuánto de esto?

El viejo y el mar: Huy, décadas, esa mujer debe ser una anciana ya.

Arturo: No, mi Ginebra es joven.

El viejo y el mar: Y el día también lo es. Más vale que caminen al Oeste para que alcancen algún poblado antes de que llegue la noche. Estamos en la Jordania de Herodes el Grande y viajar de noche es delito.

Arturo: Gracias caballero. Mis caballeros y yo haremos caso a tus recomendaciones.

El viejo y el mar: Suerte en su viaje caballeros.

Arturo y sus caballeros salen de escena y entran las amazonas.

Amazona: ¿Ahora dónde se habrá escondido ese Mago francés y aristocrático Melcheaur?

Ebayona: No sé, son unos inútiles, si fuera por mí ya hubiera cocinado tanto a ese mago como a la bruja de Oriente.

Amazona: No digas tonterías, nosotras no comemos mujeres.

Ebayona: Bueno, hubiera hecho brochetas al Melcheaur ese, aunque no creo que sepa muy rico que digamos. Mejor cocino a un negro.

Amazona: Sí, como a nuestro esclavo Amir.

Ebayona: Extraño a Amir.

Amazona: Bueno, te lo querías comer, ¿no?

Ebayona: (Triste) Sí...

Amazona: Bueno, ¿y entonces qué hacemos con Melcheaur y la Bruja de Oriente? ¿Qué le diremos a Herodes?

Ebayona: Pues nada, le diremos que nosotras, sus amazonas mercenarias, cumplimos con nuestra parte en venir hasta aquí y que el Mago Melcheaur ha de seguir en Oz Isère, Francia, haciendo quesos.

Amazona: ¿Pero y los monos alados?

Ebayona: Pues no hay ningún condenado mono alado aquí, el Mago de Oz y la Bruja de Oriente nos dejaron plantadas.

Amazona: Oye, ¿y qué eso que está ahí, cerca del mar?

Se acercan al Grial que está aplastando a dos personas.

Ebayona: Es una espantosa vasija sin valor y parece haber caído sobre dos inútiles.

Amazona: ¡Son Melcheaur y la Bruja de Oriente!

Ebayona: Ahora sí ya nos cargó la peluda. Te dije que nunca debimos haber abandonado la ciudad de Éfeso.

Amazona: Calla, yo ya estaba harta de nuestra gobernadora Hipólita, nos entrenó bien y todo y ganamos muchas batallas pero eso de que no hubiera hombres en nuestro país era un martirio.

Ebayona: Tú nomás piensas en comer.

Amazona: ¿Ya viste esos que están caminando hacia el crepúsculo?

Ebayona: Sí, ya los veo, ¿serán los desgraciados disminuidos e ineptos que mataron a Melcheaur y la Bruja de Oriente?

Amazona: Vamos a por ellos, aquí ningún delito queda impune desde que a la gripa soy inmune.

Ebayona: Bien dicho bicho, ¡atrapémoslos!

Llegan a donde está el grupo expedicionario de las oficinas burocráticas de Camelot.

Ebayona: Están ustedes arrestados por andar aplastando gente por ahí.

Amazona: Eso y por ser hombres y necesitar sazón.

Ebayona: No, nada de platos ni platillos. Los necesitamos llevar completitos con Herodes.

Amazona: ¿Ni una pierna? Ándale, ¿sí?

Ebayona: No.

Sir Viente: Pero fue un accidente, nosotros sólo estábamos viajando en el tiempo.

Amazona: Sí, sí, viajando en el tiempo, eso dicen todos, dicen todos.

Ebayona: Asesinaron al Mago de Oz.

Amazona: Y a la bruja de Oriente.

Ebayona: Y ese Mago Melcheaur, de Oz Isère, Francia era una persona importante.

Merlín: ¿Melcheaur? Huy, eso suena a problema morrocotudo.

Círculo: ¿Macarronudo?

Merlín: Círculo, saca la Biblia.

Arturo toma el libro.

Arturo: Buena idea, recemos para que estas amazonas no nos sacrifiquen... ¡Recórcholis! ¡La Biblia está incompleta! No hay Nuevo Testamento...

Merlín: ¡Santos cataclismos! ¡Hemos cambiado el futuro!

ACTO II
ESCENA 2 Las cárceles de Herodión

Los caballeros viajeros están encerrados en la cárcel o algo.

Merlín: Al caer sobre Melcheaur alteramos el futuro.

Arturo: Si no hay Nuevo Testamento significa que Jesús no llegó a edad adulta.

Merlín: Necesitamos salir de esta cárcel de Herodes y reconstituir el orden Universal Stéreo.

Entra Amazona.

Amazona: Herodes quiere verlos, ahora mismo.

Pasan todos los caballeros escoltados por la Amazona y llegan a donde está Herodes, a su lado Ginebra, con 30 años más.

Herodes: Señores. Ingrato público: Muchos son los retos que un gobernador debe enfrentar. Que si un inútil decide abrir un pergamino público llamado Wikileaks y poner todas las artimañas de un gobernador, que si ya nadie confía en uno, que si ya nadie quiere ser pariente de uno porque uno termina matándolos a todos... Es difícil ser gobernador. Hace años llegó esta mujer. Marianme, era extraña y sofisticada y me enseñó el valor de la vida humana; la vida vale 5 denarios romanos y centavos. Me dijo que en algún momento sentiría la tentación de asesinar a un pequeño bebé o a miles. Cuando me lo dijo me pareció extraño. Por más ambicioso que sea, asesinar bebés me parece innecesario. ¿Ustedes le tendrían miedo a un bebé?

Sir Cense: Depende...

Herodes: Pues hoy vinieron a hablarme de un bebé: En la mañana vinieron un par de Reyes Magos, se les veía tristes por la muerte de Melcheaur. Me dijeron que había nacido un rey, un Hijo de Dios en mis tierras. ¡En mis tierras! ¿Cómo debo reaccionar a esto? Es sospechoso que Marianme, durante décadas, me hubiera insistido tanto en el tema y también es sospechosa la muerte de Melcheaur y ya no se digan las ropas metálicas de ustedes. Nunca había visto a nadie vestir armaduras tan pesadas e incómodas.

Sir Cense: Son para defendernos mejor.

Herodes: Lo mismo decía el lobo... ¿Saben? Uno no puede confiar en nadie. Es común recibir de Roma comunicados diciendo: no ataques tal o cual reino por tal o cual razón. ¿Qué haría usted, joven Arturo luego de leer un comunicado así?

Arturo: No sabría decirle. Yo no soy rey.

Herodes: Mmm... Noto conspiración en su respiración. Como si usted gobernara en otras tierras y supiera más que yo. No confío en sus advertencias y no confío en ustedes. Señoritas guerreras de tierras exóticas, quiero que los torturen hasta que en su respiración ya no haya el más mínimo vaho de conspiración. A mi esposa Marianme también enciérrenla con ellos. Yo necesito ir a asesinar bebés, jajajaja.

Herodes se retira, las amazonas encierran a los prisioneros. Amazona empuja a Ginebra.

Arturo: Señorita, ¡no es necesaria tanta brusquedad! ¿Está usted bien?

Ginebra: Sí, gracias, es usted un caballero.

Arturo: No debería dejar que la trate así.

Ginebra: No, seguramente no... pero al menos estoy viva.

Arturo: Usted me recuerda a alguien...

Ginebra: Recuerdos... A veces uno quisiera deshacerse de algunos recuerdos o regresar en el tiempo o volver al futuro y arreglarlos...

Arturo: Sí... la entiendo. Y a veces es difícil perdonar.

Ginebra: Perdonarse a una misma...

Arturo: Una máquina del tiempo podría resolverlo todo...

Ginebra: O complicarlo todo...

Merlín: Si tan sólo pudiéramos salir de aquí...

Ginebra: ¿Qué necesitas?

Merlín: ¿A qué se refiere?

Ginebra: Puedo reconocer un mago con los ojos cerrados.

Merlín: Energía...

Círculo: Aquí no hay nada que quemar ni que comer. ¿De dónde sacaremos la energía?

Merlín: Energía vital es la que necesitamos. Vida... Cuando los cuatro humores corporales fluyen en armonía se forma una aura de energía que puede volvernos, al menos por unos segundos, incorpóreos. De esa manera podemos atravesar las paredes de esta cárcel.

Arturo: No podemos darnos el lujo de quitarle la energía a nadie.

Ginebra: Yo ya estoy grande. Viví lo que tenía que vivir... Acuérdate del futuro.

Merlín: ¡Acuérdate del futuuuuuro!!

Arturo: No, en Camelot nunca permitimos una muerte así...

Ginebra: ¿Sacrificarse por una causa no es uno de los principios de la caballería?

Arturo: Sí pero usted es una mujer.

Ginebra: Merlín, haz lo que tengas que hacer. No tengo miedo porque sé que al irme no será como una resta sino como una suma, porque seré una con el mundo y este es mi momento.

Merlín: Porque lo que es arriba es abajo, el cuerpo cae pero el alma se eleva. Tu recuerdo será presencia y serás una con el amor de Dios.

Ginebra: Sonrío porque soy puente, soy puerta, vehículo de salvación y porque seré plena como energía en la divina creación.

Merlín: Que así sea.

La energía de Ginebra envuelve a los caballeros como antes lo hizo el Santo Grial. Ginebra cae pero los caballeros escapan de la prisión.

Merlín: Fue muy valiente.

Arturo: Dio su vida para hacernos libres.

Merlín: Si, eso hizo Arturo.

Arturo: Ella... ella... era Ginebra, ¿verdad?

Merlín: Parece que lo que para nosotros fueron dos días para ella fueron treinta años.

Arturo: Así que estuvo todos estos años con Herodes para convencerlo de no matar al niño Jesús...

Merlín: Eso parece.

Arturo: No quiero imaginar por lo que pasó.

Merlín: Ginebra fue una gran mujer.

Arturo: Esto me provoca sentimientos encontrados. Para mí, hace unos pocos días me engañó con Lancelot, pero para ella fueron años de martirio.

Merlín: Fue un largo adiós porque el de ustedes fue un gran amor.

Arturo: Lo fue... pero algo se rompió y algo vio en Lancelot que no vio en mí.

Merlín: Talvez vio en Lancelot la puerta para salirse, liberarse, perdonarse y reencontrarse.

Arturo: Parece que la puerta fue demasiado literal y el viaje espiritual demasiado real.

Merlín: Porque todo es real y nada lo es.

Arturo: Vayamos a Belén y salvemos al niño. Sir Viente, monitorea la Biblia.

Sir Viente saca la Biblia y la abre.

Sir Viente: ¡El Nuevo Testamento está reapareciendo!

Arturo: Tienes razón, gracias a Ginebra.

Salen los caballeros de escena.

ACTO III
Escena Final
Santo Grial, Incienso y Mirra.

Llega José a su casa.

José: ¡Maríaaa! ¡La llave!

Aparece Herodes, bebiendo una tasa. Detrás de él María, con el niño en brazos.

Herodes: José, la casa está abierta, bienvenido.

José: ¿Quién es él?

María: Es el rey Herodes

José: Majestad, ¿Qué es lo que se le ofrece?

Herodes: Vine a felicitarlos, tienen un hermoso bebé.

María: Se tomó la molestia de vestirse como ciudadano común. Logró despistarme.

Entra Arturo con una vela.

Arturo: Pero a mí no.

Herodes: Arturo, ¿cómo lograste salir de los calabozos de Herodión?

Arturo: No te incumbe. Sal de esta casa y no vuelvas.

Herodes: (Muerto de miedo) No Arturo, déjame, ¡déjame!... (Se aleja Herodes y cae confundido) Váyanse de Jordania antes de que regrese con mi ejército.

Arturo: Adiós Herodes.

Herodes se sale y cierra la puerta.

María: Merlín, ¿qué le pusiste al ponche?

Entra Merlín.

Merlín: Un alucinógeno común, María. Nada del otro mundo.

María: ¿Ni de otro tiempo? (Guiña el ojo).

Entra Gaspar, que es un niño pequeño.

Gaspar: Los pastores a Belén corren presurosos...

José: Arturo, Merlín, les presento a Gaspar. Es un niño rey, como el nuestro.

Arturo: Así que habemos aquí tres reyes (señalando a Gaspar, a Jesús y a sí mismo). Y un mago.

Entra Círculo comiendo algo.

Círculo: ¡Los tres reyes magos!

Entra sir Cense.

Sir Cense: No es chistoso.

La escena, en lo posible, se congela. Merlín se va al centro.

Merlín: Y así concluye la más grande de las Leyendas Artúricas. La Pastorela Artúrica. Espero la hayan disfrutado tanto como nosotros.

AL FIN EL FIN.









































Ebayona: Ámonos, ¡muévanse seres inferiores! Varoncitos machitos virilitos inútiles.


Salen de escena todos los que en escena están. Entra Herodes
















Amazona: Esa bruja 








Y no se preocupen... Sé que son viajeros y están confundidos, pero no teman, esto que ven frente a mí es el Mar Muerto y estamos en la Jordania de Herodes el Grande. Cerca de aquí no encontrarán asentamientos humanos, sólo caravanas, bandoleros y pescadores de lágrimas.


Arturo: Gracias extraño


La gran ciudad de Jerusalém está a 25 kilómetros hacia el Oeste, caminen rápido si no quieren pasar la noche en el desierto


merlín dice que noo hay que tocar mada. abren la biblia




; a pesar de que no hay nada más que arena, un cielo completamente azul, un viejo y el mar, no están en una especie de limbo o Universo para lelos. No, no sé de dónde de cuándo vengan pero esta es la Jordania de Herodes el Grande, éste es el Mar Muerto y


Arturo: ¿








flogisto, éter, 4 humores corporales, 4 elementos
deben mantenerse dentro del horizonte de sucesos
 as a quest likening to Everyman’s quest for salvation and Christ’s quest for the human soul
























objetivo de esta escena: presentar a los caballeros, presentar el grial, reafirmar la importancia del grial, hablar del grial como un artefacto científico-mágico-celestial
hablar del experimento del ratón
viajar


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 cuando hay que enfrentarse a dragones, manticoras y krakens. Hipogrifos e hiperglifos, trolls y duendes, hadas y sirenas, los primeros en dejarte solo son los caballeros








Merlín: Discúlpenme, no me he presentado aún. Público ingrato, mi nombre es Merlín y me comunico a ustedes a través de esta obra de teatro para entretenerlos a cambio de que me liberen. La bruja


refugian en un cienpies


Los astros danzan en el firmamento
los osos maullan






extractor, architect, forger, shade, whatever JGL was, tourist, chemist


cirquero, circuito, circulo,


sir viente, sir cuito, sir cense, sir culo


merlín- morgana


santo grial - máquina del tiempo










Resumen: Merlín encuentra, por medio de la alquimia, la manera de viajar en el tiempo. El rey arturo convoca a un grupo de caballeros expertos para su expedición y elige como destino el año 1000 (el futuro) pero un problema de cálculo tipo Y2K los lleva al año cero. Al caer aplastan a la bruja de oriente, que es Melchor. Al morir Melchor se altera la Biblia que llevaba Arturo, eliminándose el futuro del niño Jesús.

R2; rturo, merlín y algunos caballeros de la mesa redonda activan el santo grial que es una máquina del tiempo que los lleva al año del nacimiento de cristo y por accidente caen sobre la bruja de oriente y melchor y los matan, suceso que desencadena un futuro en que herodes captura y asesina al niño jesús. Tienen que evitar ese futuro, salvándolo, no por la institución cristiana, que es un efecto secundario, daño colateral :P, sino por el mensaje de amor al prójimo

R3:

merlín medita, arturo regresa de haber vencido a un dragón que se había tragado el grial. merlín concluye que es un vehículo. ¿A dónde lleva? Nadie lo sabe, talvez a la puerta del paraíso. Arman un grupo de expedicionarios para emprender el viaje de purificación que implica

arturo vuelve del futuro y habla con merlín mientras el otro arturo duerme. Le explica que, tal como merlín le enseñó, lo que es arriba es abajo y viceversa, y que toda medicina tiene sus efectos secundarios, daños colaterales, el fuego es fuego y se puede usar para cocinar o para asesinar. Así la palabra de cristo y su mensaje. muchos harán barbaridades en su nombre, segregarán, oprimirán, subyugarán, someterán, destruirán, pero el mensaje de cristo prevalecerá en las hojas de papel y en las mentes de quienes quieran escuchar:  Amarás a tu prójimo como a ti mismo

R4:

podría empezar con arturo enfrentándose a un dragón dormido, buscando a ginebra, casi rogándole que lo coma, hablando de su mala suerte, metiéndose en su boca y encontrando el grial en vez de ginebra...


escena 2: regresa al castillo y le informan que su mujer ha vuelto, ella le dice que no estuvo secuestrada, que ha estado con lancelot, se enojan, arturo le dice lo de la pena de muerte, lloran, ella se abraza del santo grial y pide a dios que la salve, desaparece. Arturo la ve.

en la tercera escena está merlín identificando los poderes del grial


4 convoca la mesa redonda para emprender el viaje para encontrar a ginebra.